Entre los síntomas que provoca un tapón de cera figuran el dolor de oído, la pérdida parcial de la audición, la sensación de que el oído está lleno o taponado y los ruidos internos en el oído (tinnitus y acúfenos).
Cuando se forma un tapón de cera lo aconsejable es acudir a un profesional sanitario (médico/otorrino o farmacéutico), que comprobará con el otoscopio la existencia del tapón y aconsejará el tratamiento idóneo, primero para ablandar el tapón y después para extraerlo.
En la farmacia se pueden encontrar medicamentos indicados única y exclusivamente para la disolución de tapones de cera, formulados con esencia de trementina, clorbutol, benzocaína, fenol y aceite de ricino, que ablandan el tapón para su disolución y posterior extracción.
Consejos
• El agua marina, que se utiliza en la higiene y limpieza del oído, no disuelve un tapón de cerumen. Por ello no debe confundirse su uso: una correcta higiene del oído puede prevenir la acumulación de cera, pero en presencia de los síntomas antes mencionados debemos recurrir a disolventes del cerumen, que actúan como reblandecientes y disolventes del cerumen auricular.
• Han de evitarse los remedios caseros o productos no indicados, que podrían causar más perjuicio que beneficio.